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AMLO HIZO HISTORIA
Por Francisco Ruiz*
Martes 3 de septiembre de 2024. “El final se acerca ya, lo esperaré serenamente…”, se escucha entonar junto a los primeros acordes de una peculiar versión en español de la canción “My way”. Pareciera que el virtual expresidente Andrés Manuel López Obrador la interpreta todos los días para convencerse de dar la bienvenida al día menos deseado de su vida: la entrega de la banda presidencial.
Sí de por sí, el tabasqueño es un parlanchín, aprovecha los últimos días de su gestión como primer mandatario para extender sus discursos, que nunca han sido breves, tanto como el público aguante.
De acuerdo con una rápida consulta que hice en internet, descubrí que, contrario a lo que yo pensaba, sí existen discursos más largos que los del finado dictador cubano Fidel Castro. Resulta que los oradores que han registrado un mayor tiempo de disertación son el francés Lluis Colet, quien habló por 124 horas seguidas. Jayasimha Ravirala, de India, con 120 horas ininterrumpidas. Además, los senadores estadounidenses Storm Thurmon, con más de 24 horas; Ted Cruz, con 22, y Rand Paul, quien habló 12 horas.
En su historial, Castro Ruz cuenta con sendas peroratas. Las más conocidas son el discurso de cuatro horas y media ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1960, y cuando asumió (nuevamente) el gobierno en 1998, pronunciando un discurso ante el Parlamento cubano con una duración de más de siete horas. Los venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro se han empeñado en seguir los pasos del comandante, a quien han considerado un digno ejemplo a seguir, no sólo en la oratoria, sino en la manera de organizar el gobierno y ejercer el poder.
López Obrador quiso seguirles el paso durante su sexto y último Informe de Gobierno hablando más de dos horas. Días antes, y de manera reiterada, incluso durante la propia pronunciación del discurso de “rendición de cuentas”, advirtió que hablaría mucho, porque hay mucho que informar: “A ver, les pregunto: ¿Ya se cansaron? Que conste que les dije de que iba yo a tardar…”.
Aunque la transparencia ha sido una deuda pendiente desde hace mucho tiempo y gobiernos atrás, ninguna se había atrevido a procurar eliminar el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI). Aún estamos en pañales en dicha materia y ya están por desaparecer al único organismo que nos garantizaba el precepto constitucional de libre petición. Sin embargo, la actual y futura administraciones tienen otros datos, para ellos el INAI sobra.
Retomando el tema principal de esta entrega, es preciso recordar que una de las grandes pasiones del señor López Obrador es la historia, particularmente la historia de las ideologías con las que tanto simpatiza. “…no desdeñamos las ideas y las obras de los grandes pensadores y políticos en la historia del mundo”, dijo frente a Palacio Nacional. Por ello, no es mera coincidencia que las disertaciones del expresidente legítimo de México sean extensas, refieran a sucesos históricos, al nacionalismo y se vanaglorien. Sin embargo, hablar mucho y decir poco es característico de los mexicanos, la clara muestra fue Cantinflas.
“La historia me absolverá”, escribió Fidel. “Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”, alegó Andrés Manuel. Una cosa es cierta: López Obrador, en muchos aspectos y distintos matices, hizo historia. Para bien y para mal, logró su más grande anhelo: plasmar su nombre en las páginas de la historia de nuestro país. El tiempo, los mexicanos y el mundo, habrán de juzgar.
Post scriptum: “El tonto no aporta nada digno de ser oído y se ofende por todo”, Aristóteles.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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¡HAY NIVELES!
Por Francisco Ruiz*
Martes 20 de agosto de 2024. El casi expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es todo un personaje. Estoy convencido de que su pasión por la historia, particularmente la de nuestro país, lo hizo sentirse obligado a grabar su nombre en la vida de la nación mexicana. Para ser justos, debemos de reconocer que lo logró. Para lograrlo debió de esperar muchos años, dedicar su esfuerzo y heredar un México polarizado a su sucesora.
Aunque el señor López tiene muchos años dedicados al activismo político y social, fue hasta este siglo cuando su nombre comenzó a resonar en las calles. Para quienes lo ignoran, lo han olvidado o desearían que no hubiera pasado, es preciso recordar que Andrés Manuel dio sus primeros pasos en la arena política de la mano del Partido Revolucionario Institucional en su estado natal. Sí, lee usted bien, AMLO fue priista durante 12 años. Inició su carrera junto a Carlos Pellicer y Enrique González Pedrero.
Casi al mismo tiempo, don Andrés decidió estudiar la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM, profesión de la que se tituló 11 años después de haber concluido sus estudios y con un promedio que apenas superó el siete de calificación con la tesis “Proceso de formación del Estado nacional en México 1824-1867”. En dicho documento, Obrador hace un recuento desde el gobierno de Guadalupe Victoria hasta Maximiliano, pasando por Santa Ana, Álvarez, Comonfort y Juárez. Citando ampliamente a intelectuales priistas como Jesús Reyes Heroles y Agustín Yáñez.
“…el proyecto centralista se mostró incapaz de resolver los problemas fundamentales del país y lograr una paz duradera. Las causas de este fracaso se encuentran en la contradicción entre forma de gobierno y realidad nacional…” (p. 175). Al leer estas palabras parecería que nos referimos al gobierno actual, pero no, se trata de un extracto de la tesis de López Obrador.
Quien también señala un gobierno centralista que: “…subordinó la sociedad civil al poder militar y asfixió las inquietudes económicas…” (p. 175). Además, el gran promotor de las transformaciones históricas del país: Independencia, Reforma y Revolución, atenta contra las mismas en su escrito al asegurar que: “…es necesario aclarar que la formación del Estado nacional de México no produjo cambios en favor de la población mayoritaria del país” (p. 178). Y sentencia: “Pero la nueva organización política liberal había surgido, en lo esencial, para satisfacer las necesidades y afianzar los intereses y la ideología de las clases económicamente dominantes”. ¡¿Pues quién lo entiende?! ¿No que los liberales siempre vieron por los pobres? La incongruencia en su esplendor.
Lo reitero: actualmente no existe un priista más priista (de la vieja guardia) que Andrés Manuel López Obrador. De igual manera, López Obrador es un amplio conocedor de la historia política y social de nuestro país, por ello la tergiversa, la corrompe, para sacar provecho a su favor.
Luego de esta recopilación, hay que recapitular que, luego de ser el dirigente estatal del PRI, AMLO fue fundador del PRD, partido del que fue dirigente nacional y después renunciaría al no garantizarle la candidatura presidencial; para, posteriormente, fundar MORENA. Institución que lo llevaría al poder, luego de 13 años en “no” campaña.
Malamente, la preparación política está vinculada con la simulación y el conservadurismo. Nada más ajeno a la realidad. Prueba de ello es que, ¡hay niveles! Pues la presidente electa de México sí se preparó para el puesto que ocupará: fue delegada, secretaria de gabinete, jefe de Gobierno. Ni hablar de su formación académica que llega hasta el doctorado. En fin, insisto: ¡hay niveles!
Post scriptum: "La burla es el miedo que emplea el ignorante para sentirse sabio", Bladimir Merino.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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Extiende gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, condolencias por el fallecimiento de Eglantina Esquivel, periodista bajacaliforniana y directora de la revista "La Lucha de las Féminas", pionera en la defensa de los derechos de las mujeres en Baja California.
El pasado sábado 10 de agosto trascendió el repentino y sensible fallecimiento de José Angel Cardona Canizales en su residencia de Tijuana. Fue presidente de la Agrupación Política de Baja California (APBC), y muy cercano al ex gobernador Xicoténcatl Leyva Mortera. Descanse en paz.
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Avila Olmeda, felicitó al pugilista Marco Verde, por obtener la medalla de plata en los Juegos Olímpicos París 2024.
Marina del Pilar destacó en sus redes sociales la valentía y el talento demostrado por el joven boxeador.
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AMLO ODIA A CLAUDIA
Por Francisco Ruiz*
Martes 6 de agosto de 2024. Como sabemos, la titularidad del Poder Ejecutivo federal se renovará en poco menos de dos meses, ya que, luego de la reforma político-electoral de 2014, se estableció que la jornada electoral se realizará el primer domingo de junio cada seis años y cambió la fecha de toma de protesta presidencial del 1º de diciembre al 1º de octubre.
Aunque la candidata ganadora no ha recibido la constancia de mayoría por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, órgano responsable de calificar la elección y validar los resultados, su triunfo es indiscutible. Tan indiscutible como el hecho de que Andrés Manuel dejará la Presidencia de la República. Es importante remarcarlo porque, aparentemente, para algunas personas tal suceso pasa desapercibido, incluyendo al propio presidente.
Si bien es cierto López Obrador será el primer mandatario hasta el último minuto del próximo 30 de septiembre, a pesar de que él mismo ha declarado un sinnúmero de veces que se irá a su rancho en Palenque y de que se quejó amargamente porque el expresidente Donald Trump lo mandó a “La chingada”, antes de tiempo. Sin embargo, la actitud de López Obrador es la de alguien que fuera a gobernar más tiempo. No me refiero a una prolongación de su mandato, sino a su manera de actuar un tanto socarrona.
La política, al igual que otras profesiones, exige preparación y profesionalismo. Todos somos capaces, todos somos aptos, sin embargo, recordemos que en el ejercicio público las decisiones tomadas deben de responder al beneficio colectivo y no al propio. Por eso, al prepararse se debe de ir más allá de la formación académica, pues se trata del dominio del “yo”. Gobernarse para gobernar. De ahí que resulte tan extraño que AMLO con tantos años dedicado al quehacer público no se haya preparado para entregar el poder a quién habrá de sucederlo. Queda claro que se resiste a dejarlo y lo ejercerá hasta el último minuto, pero hay situaciones que ameritan decisiones que se tomarán a mediano plazo, algo que el actual presidente ya no puede ni debe de hacer.
Así que, por más que el tabasqueño se lleve a pasear durante sus giras por territorio nacional a la virtual presidente electa, por más de que la ensalce y llene de elogios durante sus intervenciones, las decisiones políticas (bien planeadas por el expresidente legítimo de México), resultan un peso bastante elevado para quien será la primera presidente mexicana.
Tal parece que Andrés Manuel realmente odia a su “excorcholata”. Sus recientes y muy marcadas fricciones con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y todos los países que se atrevan a cuestionar sus iniciativas de reformas constitucionales; así como, quienes representen una afrenta para el dictador Nicolás Maduro, son prueba de ello. Por más de que Sheinbaum se esfuerza en ofrecer perfiles con experiencia y formación probada para ocupar las distintas carteras del que será su gabinete legal y ampliado (salvo algunas deshonrosas excepciones), además de trazar rutas que le permitan ofrecer resultados favorables a corto plazo, el todavía presidente se empeña en fomentar la confrontación y el descrédito de la política exterior de nuestro país.
Pensar en que, con sus desafortunadas y desdeñosas declaraciones, el señor López está formando un gran lastre internacional a la próxima jefa de Estado, es una obvia muestra de cuán irresponsable puede ser una persona al flaquear ante sus apasionamientos, frustraciones y simpatías hacia una manera de pensar, afectando notablemente a la futura mandataria y, lo más importante, a México.
Post scriptum: “La ignorancia puede ser curada, pero la estupidez es eterna”, Maquiavelo.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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¡Dales una segunda oportunidad! La gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, invita a adoptar perros y gatos del Santuario Animal Mily. Encuentra un nuevo amigo y regálales el hogar que merecen, señala un comunicado del gobierno estatal.
Más información en https://tramites.bajacalifornia.gob.mx/adopcion_b5285fd9-6f5d-499b-85ef-8ba357158419.
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MÉXICO MAQUIAVÉLICO
Por Francisco Ruiz*
Martes 23 de julio de 2024. “…me parece que es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores, y contemporizar después con los cambios que puedan producirse. De tal modo que, si el príncipe es de mediana inteligencia, se mantendrá siempre en su Estado, a menos que una fuerza arrolladora lo arroje de él; y aunque así sucediese, sólo tendría que esperar, para reconquistarlo, a que el usurpador sufriera el primer tropiezo”. Así comienza el segundo capítulo de “El Príncipe”, magnum opus de Nicolás Maquiavelo.
Escrita a inicios del siglo XVI bajo el título original de “El principado”, dicha obra vería la luz casi 20 años más tarde, luego de que la iglesia concediera la autorización de ser publicada. Redactada desde su encierro en prisión, “El príncipe” compendia una serie de recomendaciones para gobernar. Líderes de la talla de Napoleón Bonaparte lo leyeron, comentaron y practicaron. No hacerlo no implica el fracaso político, pero sí muestra una clara improvisación de quienes deciden participar en política sin prepararse para ello. Como siempre lo menciono en mis clases: si aspiras a ser un profesional de la política, leer “El arte de la guerra”, de Sun Tzu, y “El príncipe”, de Maquiavelo, es obligatorio. Aclarando que no se trata de instructivos, sino de una guía.
Regresando al escrito de Maquiavelo, me resulta sorprendente cómo este libro de más de 500 años es tan vigente. Pareciera que, en esas breves líneas, el filósofo florentino retratara al México del siglo XX y lo que ha transcurrido del XXI.
Cuando el autor se refiere a que es más fácil conservar un gobierno heredado que uno nuevo, me remonta a dos épocas distintas, aunque con una gran similitud en diversos aspectos. Me refiero a los gobiernos del PRI, los cuales fueran descritos por Vargas Llosa como “la dictadura perfecta”. Incluso, el propio libertador de Sudamérica, Simón Bolívar, lo advertiría un siglo antes: “La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos”.
Y es que los “herederos de la Revolución”, aprendieron bien de los errores de don Porfirio, particularmente el evitar la transición. Sin embargo, bien lo dice Maquiavelo: “basta con no alterar el orden establecido”. Así, durante varias décadas el gobierno fue tricolor, no sólo a nivel federal, sino estatal y municipal.
La alternancia fue parida en Baja California con la victoria de Ernesto Ruffo Appel en 1989, convirtiéndose en el primer gobernador no priista de México. El siglo naciente trajo consigo a otro partido político a Los Pinos. El panista Vicente Fox conquistó al electorado nacional, sin embargo, su desempeño resultó tan cuestionable que seis años más tarde, casi le arrebataron la Presidencia a su sucesor, Felipe Calderón, quien le regresó las llaves del changarro al PRI, a través de Enrique Peña Nieto. Tal y como quedó plasmado en “El Príncipe”, la clase gobernante se mantendrá siempre que no aparezca una fuerza arrolladora; pero, si eso sucediera, sólo tendría que esperar el primer tropiezo del “usurpador” para reconquistar.
Como lo mencioné anteriormente, dadas las vastas coincidencias, aún no me queda claro si el gobierno de Andrés Manuel fue una herencia de la clase gobernante a través de un rojo más quemado o si creó un “principado”. Sin embargo, lo que habremos de dilucidar en los próximos meses es si la administración de Claudia Sheinbaum será un gobierno heredado o realmente nuevo, y si un tropiezo significará la reconquista de quien gobernó.
Post scriptum: “El populismo es el camino de la autodestrucción de la democracia”, Mario Vargas Llosa.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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Por Francisco Ruiz*
Martes 16 de julio de 2024. Para fines prácticos, las políticas públicas son los productos y servicios que un gobierno ofrece como respuesta a la demanda de la población. Si bien es cierto, para la administración de Andrés Manuel López Obrador, la política social ha sido la prioridad; también es cierto que toda política pública debe de contar con un respaldo jurídico y técnico, lo cual tiene como propósito mantener un equilibrio entre la necesidad social y la capacidad del gobierno para atenderla.
En el pasado, existieron gestiones presidenciales similares, como la de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), quien fue dispendioso. Las consecuencias financieras fueron catastróficas. Luego de ese gobierno, padecimos dos sexenios de inestabilidad económica.
Aunque el PRI se deslindó del neoliberalismo durante su reciente Asamblea Nacional, es imposible negar que fue el expresidente Carlos Salinas de Gortari quien, dicho sea de paso, adoptó un sistema político-económico que correspondió a las características del neoliberalismo, a pesar de haberlo llamado “liberalismo social”. Allende del nombre, las medidas adoptadas por aquel gobierno priista contribuyeron notablemente al crecimiento y desarrollo económico de México. La presencia de nuestro país en el mundo es fundamental, y ésta se detonó gracias a las estrategias de Carlos Salinas.
A la par, el entonces primer mandatario decidió implementar un programa de asistencia social denominado Solidaridad. Su lema fue: “Unidos para progresar”. A partir de ese programa surgió la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), y derivaron las políticas utilizadas por Ernesto Zedillo (PROGRESA), Vicente Fox (Oportunidades), Felipe Calderón (Vivir Mejor), Enrique Peña Nieto (PRÓSPERA), y Andrés Manuel López Obrador (Bienestar).
Así como lo lee, aunque al actual presidente le gusta adjudicarse las políticas públicas creadas durante el gobierno de quien tanto desdeña, la historia nos demuestra que no fue así. La historia también nos muestra cómo las decisiones paternalistas nos sumieron en varias crisis económicas que todos debieron de enfrentar, sin distingos sociales.
Nos restan dos meses y medio para tener un nuevo gobierno federal. Son muchos los retos que enfrentará, por más que insistan en que todo se transformó y mejoró, hay condiciones que no están bajo su control, como la realidad global en la cual nos encontramos inmersos. Por ello, es vital tener en claro cómo partiremos el próximo 1º de octubre.
Dentro de las circunstancias actuales sobresalen la incertidumbre que generan las reformas constitucionales de AMLO: Poder Judicial, medio ambiente, comunidades indígenas, adultos mayores, becas a estudiantes, atención médica gratuita, maíz transgénico y extracción de hidrocarburos, vapeadores, salario mínimo, pensiones, campo, trenes, CFE, electoral, entre otros. El desabasto de agua y uso de energías limpias. Subsidios del presidente Biden y las amenazas arancelarias del expresidente Trump. La polarización entre la cooperación internacional y el proteccionismo. El impacto de la competencia china. Las guerras entre Rusia y Ucrania, e Israel contra Palestina. La simpatía entre Rusia y Corea del Norte, y la Operación Cicatriz con algunos países como Ecuador.
Vaya reto el que tienen enfrente la virtual presidente electa y sus secretarios de Relaciones Exteriores, Hacienda y Economía. Máxime si la próxima mandataria decide aplicar literalmente lo dispuesto en su “Proyecto de Nación”, en el cual, señala que: “Las políticas proteccionistas están resurgiendo entre algunas grandes potencias y reorientando inversiones de acuerdo a (SIC) prioridades y proyectos del gobierno”.
Curiosamente, y como dijera una exalumna: “Es la misma historia de siempre sólo que con otros rostros, nombres y colores”. Porque, les guste o no, se continúa cosechando lo que se sembró política, económica y socialmente. La herencia salinista estuvo, está y estará presente; de lo contrario, habrá que preocuparnos.
Post scriptum: “El verdadero triunfo es transformar cada obstáculo en una oportunidad de crecimiento”, Nelson Mandela.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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*Anuncia la gobernadora medidas estrictas
La gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, lamentó la pérdida de la joven estudiante Paola Andrea Bañuelos, reiterando brindar todo el apoyo y acompañamiento a sus familiares en estos difíciles momentos, así como continuar garantizando a los bajacalifornianos un entorno seguro para todos.
Anunció que se implementaran acciones para la evaluación constante de choferes de plataforma digital, con el fin de garantizar tranquilidad de usuarios de estos servicios. Finalmente manifestó que las fuerzas estatales se encuentran concentradas en dar con el responsable de los hechos de este crimen para ser llevado ante la justicia.
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Por Francisco Ruiz*
Martes 8 de julio de 2024. Vítores, fanfarrias, parafernalia, desfiles, y sumisión total ante la figura del presidente era como se celebraba cada 1º de septiembre, eso sí, siempre en el ambiente de algarabía que caracteriza a los mexicanos. La obligación de informar con prontitud y transparencia fue transformada en la fiesta del presidente.
La “democratización” del proceso incluía la participación de los representantes de cada fracción parlamentaria, en la sesión solemne del Congreso de la Unión. Siempre antes del arribo del mandatario, quien era atendido por varias comisiones integradas por legisladores que lo acompañaban desde Palacio Nacional hasta las escalinatas externas de la Cámara de Diputados. Otro tanto lo escoltaba hasta la tribuna, donde pronunciaría un largo y tedioso discurso. Raras fueron las interrupciones, pues la mayoría lo vanagloriaba. Un grupo más lo llevaría del Salón de Plenos hasta el autobús, donde lo aguardaba la cuarta y última Comisión que lo “dejaría” en su oficina. Una fastuosa ceremonia.
En los medios de comunicación había una sola noticia: el discurso del presidente. Las televisoras y las estaciones de radio se enlazaban en cadena nacional. México se paralizaba durante varias horas para rendir pleitesía al gobernante. Al día siguiente, las primeras planas ensalzaban al primer mandatario.
¿Cómo comenzó dicho protocolo? Las costumbres de cada época lo fueron moldeando. El antecedente más remoto de los informes de gobierno data de la Constitución de 1824, en la cual se estableció que al inicio del periodo ordinario de sesiones del Congreso el presidente daría un discurso ante los legisladores. Para 1857, en el documento constitucional se estableció la obligación de que dicho discurso fuera un informe sobre el estado que guarda la nación. Para 1917, Venustiano Carranza dio inicio al ceremonial que habría de caracterizar a los presidentes del siglo XX.
Fue hasta inicios del siglo XXI cuando se reformó la ley para permitir que el presidente de nuestro país rindiera un informe por escrito que no necesariamente debe ser entregado por él (o ella), luego de la desazón que causaran los legisladores que simpatizaban con Andrés Manuel López Obrador, quienes tomaron el Congreso e impidieron que Vicente Fox ingresara a presentar sus cuentas. El último en hacerse presente en el Palacio de San Lázaro con su primer informe en mano fue Felipe Calderón, quien, a pesar de que la ley ya se había reformado, aprovechando que la norma no obliga, pero tampoco prohíbe al jefe del Ejecutivo entregar personalmente su informe.
Más allá de las “proezas” presidenciales y legislativas, el verdadero reto es que la próxima Legislatura promueva una iniciativa de reforma de ley para hacer que, tanto el Plan Nacional de Desarrollo como el Informe de Gobierno, se apeguen estrictamente a un método de elaboración, tal y como se elaboran (o elaboraban) las tesis. Es decir, un protocolo universal que nos permita a todos hacer un análisis objetivo sobre el programa de trabajo que aspira a implementar el presidente en turno y los resultados que ofrece. Con indicadores y datos precisos, cuantificables. En cuanto a la glosa, es fundamental que la persona responsable (entiéndase presidente), ofrezca las explicaciones que la soberanía le demande.
La virtual presidente electa de México, Claudia Sheinbaum ha presentado, además de la plataforma electoral de los tres partidos que la cobijaron durante su candidatura, un documento denominado Proyecto de Nación (le quitó lo de “Alternativo”), con 100 compromisos a desarrollar durante su gestión. Grosso modo, pinta bien, aunque debo de enfatizar: la rendición de cuentas no tiene color ni consigna, solo resultados.
Post scriptum: “En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza”, Confucio.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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Por Francisco Ruiz*
Martes 2 de julio de 2024. Rafael Acosta Ángeles es un personaje político efímero (si es que puede considerarse político, porque personaje sí), que saltó a la arena electoral de la Ciudad de México (CDMX), en el año 2009. Tal vez el nombre no le resulte familiar, pero sí recuerda a “Juanito”, aquel ciudadano que, de una manera bastante amañada, “sustituyó” a Clara Brugada como candidato a jefe de la -entonces- Delegación Iztapalapa.
Tres años habían transcurrido desde la polémica y cerrada elección de 2006, en la cual, por una ventaja de poco más de medio punto porcentual, Felipe Calderón se convirtió en presidente de México. Se trató del proceso electoral intermedio de 2009 para elegir diputados federales y funcionarios locales, entre ellos, la jefatura delegacional de Iztapalapa. Ya con las boletas electorales impresas con el nombre de Clara Brugada como candidata del casi extinto PRD, el Tribunal Electoral le retiró la candidatura, por lo que López Obrador y la hoy jefe de Gobierno electa confabularon para que, mediante una triquiñuela, “Juanito”, el candidato del PT, luego de ganar, renunciara al cargo obtenido para favorecer a Brugada.
“Juanito, ¿aceptas lo que estoy planteando y te comprometerías que al momento de ganar presentas tu renuncia para que Clara sea la que gobierne en Iztapalapa?”, le preguntó Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien, en aquella época, ya había dejado trunca su responsabilidad como jefe de Gobierno de la capital para participar como candidato a la Presidencia de la República por primera ocasión y se autodenominaba como el “presidente legítimo de México”.
Así como lo lee, López Obrador, quien siempre se ha dicho partidario de la democracia y simpatizante de personajes como Francisco I. Madero, impulsó una estrategia muy similar a la que llevaría a Victoriano Huerta al poder en 1913: usar a un intermediario para hacerse del poder. Algo que me recuerda a uno de los tantos aforismos de don Jesús Reyes Heroles, quien decía que: “En política la línea recta casi nunca es la más cercana entre dos puntos”, lo ideado entre Brugada y AMLO es el mejor ejemplo. Es curioso como tal decisión contrasta notablemente con la cita atribuida a Benito Juárez: “En la política la línea recta es la más corta". Nuevamente se aprecia a simple vista cómo la congruencia se inclina ante la ambición.
Continuando con las semejanzas y alegorías históricas, hace unos días el todavía jefe del Ejecutivo federal dijo, en tono de sorna, que estaría en el próximo gabinete como secretario de la Defensa, recordando la anécdota de cuando el presidente Manuel Ávila Camacho le pidió al expresidente Lázaro Cárdenas que ocupara la SEDENA durante la Segunda Guerra Mundial.
La gran interrogante, ahora, es si la virtual presidente electa le arrebatará las riendas del país a López Obrador, porque, más allá de la novedad de tener a la primera mujer presidente de nuestra nación, Sheinbaum debe de recordar permanentemente que representa la voz de un pueblo que confía en ella; particularmente, Claudia encarna la lucha por la verdadera igualdad de oportunidades entre los mexicanos. Así que, esperemos que no le vayan a querer aplicar la misma que a “Juanito”, porque el descaro no tiene límites, ya lo hemos atestiguado.
Mientras, Andrés Manuel insistirá en que las cosas se hagan cómo, cuándo y porque él lo dice hasta donde las fuerzas le den. Será el protagonista hasta entregando la banda presidencial, por eso Claudia debe de tener cuidado de no verse minimizada, porque los rumores de un nuevo “Maximato” cada vez parecen más latentes. Al tiempo.
Post scriptum: “El ser humano es tan libre que puede escoger su propia esclavitud”, Malka Valovis.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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Por Francisco Ruiz*
Martes 18 de junio de 2024. Hace muchos años, casi cien para ser más preciso, el escritor mexicano Martín Luis Guzmán publicó la versión final de su obra “La sombra del Caudillo”. Previamente, Guzmán había dado a conocer dicha novela en varias partes, a través de periódicos en Estados Unidos. Luego de recopilarlos y hacer las adecuaciones que consideró pertinentes la difundió a través de una editorial desde España.
De acuerdo con el diccionario de la lengua española, la palabra “caudillo” se define como el “jefe absoluto de un grupo armado” y también se entiende como un “dictador político, generalmente militar”. Además, la Real Academia Española (RAE), le atribuye varios sinónimos: jefe, líder, adalid, dictador, autócrata, tirano, déspota. Reitero: así lo conceptualiza el tumbaburros, yo sólo lo cité.
Para quienes tienen interés en conocer detalladamente el sistema político mexicano de nuestra época, “La sombra del caudillo” es un referente, pues retrata a la perfección cómo inició el caudillismo mexicano en el siglo XX; modelo del cual, podría decirse, hoy “gozamos” en una versión “remasterizada”.
Personajes ficticios que superaron a la realidad y personas reales que dejaron muy atrás a la ficción. La creatividad de Guzmán representa espléndidamente lo que se vivía en aquellos días en México, con un gobierno incipientemente democrático, por medio de sus letras. Los señalamientos del autor perturbaron hasta a uno de los políticos que lo inspiró para su novela: Plutarco Elías Calles. Quien fue conocido por su origen sonorense, haber sido operador de Álvaro Obregón, reformar la Constitución para permitir la reelección presidencial no inmediata y ampliar el periodo de gobierno de cuatro a seis años (como antes lo hizo don Porfirio).
No conforme, Calles impulsó la creación del primer partido hegemónico de México: el PRI. Allende de imponer el “Maximato”, una etapa en el que tuvimos tres presidentes bajo la “supervisión” del jefe máximo de la Revolución (el propio Calles). Tres presidentes para cubrir el periodo que debió gobernar una sola persona.
Dice el actual presidente que la historia se repite, pero con distintos matices. Si duda que lo haya dicho o considera que lo estoy mal parafraseando, basta con que escuche los primeros minutos del “documental” de Luis Mandoki titulado “Fraude 2006”.
¿Por qué retomar a Martín Luis Guzmán, Plutarco Elías Calles y al Sr. López (como lo llamó Mandoki)? Porque si leemos entre líneas, parecería que el casi expresidente tiene toda la razón y la historia sí se está repitiendo. ¿Lo duda? Juzgue usted…
Luego de decirse muy contento y satisfecho por los resultados electorales que favorecieron a su “corcholata”, Andrés Manuel dijo que se reuniría con Claudia Sheinbaum hasta que le fuera entregada la constancia de mayoría. No contaba con que la virtual presidente electa tomaría en serio su papel y decidiera intentar calmar al mercado, luego de los desaguisados del tabasqueño. Claudia primero habló con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, luego dijo que las reformas lopezobradoristas iban, pero bajo consenso y diálogos. Esto fue muy bien recibido por propios y extraños, más no por el aún presidente, pues ni tarde ni perezoso mandó llamar a su sucesora a Palacio Nacional. El resultado: “más del 50% considera que es necesaria una reforma, y más del 59% está de acuerdo con que haya una elección directa”, dijo Sheinbaum.
AMLO quiere que se hagan las cosas cómo, cuándo y porque él lo dice. Será el protagonista hasta entregando la banda presidencial, por eso Claudia debe de tener cuidado de no verse minimizada, porque los rumores de un nuevo “Maximato” cada vez parecen más veraces. Al tiempo.
Post scriptum: “En política, lo que es evidente rara vez es cierto”, Talleyrand.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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Derivado de las altas temperaturas en la región, la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, instruyó reforzar los puntos de hidratación de la campaña “Verano Seguro”, el cual cuenta con dos puntos de hidratación masivos, uno de los cuales atiende mascotas; 200 casas de hidratación en Mexicali y Tijuana, así como una ruta itinerante en Mexicali.
De esta manera, se ha logrado atender a cerca de 5 mil personas.
Sin quitar el pie del acelerador, el candidato de Morena, el PVEM y FxM sigue llevando propuestas para un Tecate al 100 a todos los rincones del Pueblo Mágico.
Con la confianza de obtener la victoria este 2 de junio, Román Cota y su equipo estuvieron esta mañana en el Infonavit Industrial en donde signó compromisos con las y los vecinos para la transformación de Tecate.
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Por Francisco Ruiz*
Martes 14 de mayo de 2024. María Félix decía que los recuerdos matan. Difiero. Algunos recuerdos enriquecen y otros aleccionan. Así, me dispuse a rememorar mi paso por la primaria y la secundaria. Una anécdota muy recurrente, y me atrevería a decir que ha sido vivida por todos, es trabajar en equipo con alguien que hace como que hace, pero en realidad no hace nada.
Tal parece que eso sí lo aprendimos y bien, pues es común padecerlo en nuestra vida cotidiana. La actividad política no es la excepción. Simular que se hace, cuando realmente no se hace nada, es más común de lo que imaginamos y deseamos. Pareciera, casi, un requisito para participar en la vida pública de nuestros días.
Para comprenderlo, primero analicémoslo por partes. La vida política en todo sistema democrático, específicamente en nuestra nación, abarca tres aspectos: la competencia electoral, el ejercicio del poder y la participación ciudadana.
Ahora sí, empecemos, sólo que esta vez lo haremos por el final. Referirnos a la participación ciudadana, ya sea directa o representativa, sin temor a equivocarme, exige de nosotros ejecutar los planes que tanto elucubramos. Para los ciudadanos, además de informarse, actualizarse, escuchar y opinar, se requiere de nuestro talento, de nuestra voluntad y de nuestro sufragio. Pensar en que todo se limita al día de las votaciones es tener una visión miope. Participar significa dedicar una parte, aunque sea breve, de nuestro día en enterarnos de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor inmediato y distante, para tomar decisiones que impactarán de manera colectiva. El civismo abarca desde la mesura en el volumen de la música a altas horas de la noche hasta el ánimo de salir a votar; para ello es vital la interlocución con nuestros semejantes.
Dicen que el primer acto de corrupción de cualquier funcionario es aceptar un puesto o cargo para el cual no se esta preparado. Ya sea falta de formación o de experiencia, pero aceptar una responsabilidad para la cual no es apto, además de falto de ética, es un vicio de origen. Hacer como que trabajan también es simular, también es fallar en una tarea de equipo.
La competencia electoral, por años, fundó sus actividades en el corporativismo, en el voto duro. Con la llegada del nuevo siglo, y particularmente en épocas recientes, el pensamiento de los votantes dista mucho de aquella realidad. La etapa en la que el “general” mandaba y la “tropa” obedecía quedó atrás. Se abrió un espacio y el liderazgo lo aprovechó para superar al cacicazgo. De ahí que muchos actores se quedaron entrampados en esa forma de pensamiento. Por eso, actualmente unos hacen como que ordenan y otros como que obedecen, la realidad es una: simulación.
De acuerdo con Rogelio Hernández Rodríguez: “La política surge de la sociedad misma, de su desarrollo cotidiano. La política sirve para resolver problemas de la sociedad, lo que supone estar al frente de las soluciones y de su aplicación” (El oficio político, Colmex, 2021). Para lograrlo, el diálogo es imprescindible. No en vano el ágora fue el epicentro de la democracia en la Antigua Grecia.
Comunicarse es fundamental para hacer política, pero comunicarse de manera franca, respetuosa y constructiva. Solapar, aparentar y languidecer son sinónimos de hipocresía. Para que México crezca, necesitamos crecer nosotros, quitarnos esas telarañas mentales y la mala costumbre de la (auto)complacencia. Crecer amerita retos, lecciones y obstáculos, en lo individual y en lo colectivo. Sacarle la vuelta, es oponernos a ser mejores como personas y como sociedad.
Post scriptum: “Cada uno de los movimientos de todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor”, Napoleón Bonaparte.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
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